EN MANOS DE UN TRISTE REY | AUDIOPOEMA






A temeroso rey puesto,
el pueblo mira de lado,
por no haberse encaminado
en la senda del impuesto.
Ya todo rey sabe el resto
de la historia en tiranía,
al observar la agonía
del siervo y del campesino,
que inciertos van sin destino
a la tumba en bruna vía.

Mata al siervo y a sus luces, 
mata y hiere con pasión
y no tiene compasión
del que sólo carga cruces. 
Nunca, él, cayó de bruces,
y menos murió de hambre,
no supo qué es el fiambre 
y dormir a la intemperie;
es ladrón de esos en serie,
 desecho, resto, cochambre.

El rey, ladrón de mil nombres,
sólo tiene que vivir
mandando para sentir
que es dueño hasta de los hombres.
Son llamados semïhombres,
por el pueblo sin fardeles,
son dioses de los vergeles
soñados por aquel ser
que nunca ha podido ver
el color de los claveles.

Mas siempre llega el lugar,
el minuto y el segundo
que el rey escapa del mundo
con un «¡ay! me va a llevar
la parca y no quiero estar
temeroso ante el dador»
y perdiendo hasta el color
morirá como cualquiera
en esta pérfida esfera
de amores y de dolor.  






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1 comentario:

  1. Brillante poema, conmovedor, muy profundo y reflexivo. Exquisita declamación

    .

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