EL SOL, DIOS DEL HOMBRE | AUDIOPOEMA




No muere el recorrido en la pradera,
ni en seco valle muere el recorrido;
todo lo que he vivido y he obtenido
se fue como se fue la primavera.

La vida que creía una quimera
muy pronto me mostró que en el olvido
estaba aquel secreto que he sentido
que es nuestro florecer por vez primera.

El sol nace apuntando a la mirada
que observa su destino desde lejos,
y quiere no sentir que al ser la nada

se olvide del amor y los reflejos;
el sol, de gran presencia ensimismada,
se envuelve entre la luna y sus espejos.


El sol entre la luna y la laguna,
el sol entre los mares y los prados, 
el sol entre los cielos más perlados
se viste con ropajes de fortuna.

El sol incendia la mirada bruna
de las tinieblas y es en los nevados
donde descansarán acomodados 
 el sol, los mares, prados, cielos, luna. 

Todo ha girado en torno al astro rey,
todo. Todo se vuelve en su redor 
minúsculo, común, de baja ley.

El sol es quintaesencia y es amor
y eso lo ha comprobado nuestra grey
al ver los vastos nombres del dador. 



BIENVENIDOS SEAN LOS COMENTARIOS, CONTRAPUNTOS Y SUGERENCIAS. POR TU ATENCIÓN, GRACIAS

0 comentarios:

Publicar un comentario