El temblor en las paredes del alma mía se hace uno con los pasos vacilantes de mi voz. Diviso, en lontananza, el sendero interminable que conduce a sus labios de fuego. Esos labios que danzan al ritmo del lecho de Eros, y se desvisten en caricias de las brasas de otros labios. Su mirada aún fulmina mis sentidos y los arrastra en sus aguas hasta llevarlos a sus profundidades. Que han dado vida esos luceros, ¡han dado! el vaivén del azul de su eternidad embriaga con un solo despiste y atraviesa el lejano mirar con sus balas de plata.
Los recuerdos aún ascienden a las almenas de mi ser, y lo hacen con estrépitos. Me busca un recuerdo lacerante con las manos cargadas de espinas y las rosas que han caído de sus manos sonrientes. Ella, sólo ella y mi cuerpo tendido, sólo tendido en la bruma del pretérito verdor del pasado.
Pintor Vladimir Volegov (Rusia)
BIENVENIDOS SEAN LOS COMENTARIOS, CONTRAPUNTOS Y SUGERENCIAS. POR TU ATENCIÓN, GRACIAS
Tú, que me recuerdas en el rocío de la esperanza, como antiguo tesoro de claro mirar, y yo que me asomo a la ventana de mis gastados zapatos, solo para mirar las profundidades de mis miserias. Como, cuando fulge el amanecer y el mundo se estremece ¿De qué sirven las tinieblas, en el hondo follaje de un pasado de mejillas florecidas? ¿a dónde voy? Si, adonde ayer era sendero, hoy es el caos, mañana será camino de trote alegre. Seguramente lo que se ha abandonado se recuerda, andando por el suplicio tenebroso entre polvos de soledades. Mi dolor se ha escurrido por el horóscopo del viento y se ha enquistado en la copa de algún viejo calendario..
ResponderEliminarNelly Herrera
Gracias por el cad. Exquisito, querida Nelly. Saludos 🌷
ResponderEliminar