El eco del silencio fiel me nombra,
se está regocijando entre mis gritos,
muriendo va naciendo entre fortuitos
espasmos del estrépito sin sombra.
En una habitación fugaz se escombra,
se abriga valeroso entre circuitos
que nadan temblorosos y contritos,
mas late en rojo en ríos de la alfombra.
Silencio que al nombrarte te haces humo,
silencio que en los labios hallas fuego,
silencio que andas muerto, ¡yo te exhumo!
y vas latiendo en pasos de andariego,
pasos que se derriten siendo brumo,
queriendo ser en labios lato riego.
BIENVENIDOS SEAN LOS COMENTARIOS, CONTRAPUNTOS Y SUGERENCIAS. POR TU ATENCIÓN, GRACIAS
Excelente
ResponderEliminar