extiende sus brazos infinitos
a un horizonte bruno.
Navega en un mar de incertidumbre,
mecido en el vaivén del «por qué»
y sobre la mirada izquierda del «haría».
Navega ciego en los labios de la noche,
y al tacto
observa cada línea de la oscuridad
recorrer su piel
e instalarse en sus cabellos,
en sus probabilidades.
El futuro se desprende
de las cadenas lacerantes del ahora,
no habita en la contemplación
y no desfila por la pretérita acera
cargada de «hubiera».
El futuro se quiebra
al ver detrás de sus talones
la sombra del presente
y las huellas del pasado.
BIENVENIDOS SEAN LOS COMENTARIOS, CONTRAPUNTOS Y SUGERENCIAS. POR TU ATENCIÓN, GRACIAS
0 comentarios:
Publicar un comentario