Navego en la ribera de tus ojos
en el azul profundo de tus noches
los cielos, tus cabellos, son reproches
al deslizar pinceles en sonrojos.
Los lindes han saciado los despojos;
los lindes de mirada, fiel derroche,
se han instalado en mi interior cual broche
bañado en oro rosa entre cerrojos.
Desvisto tus sonrisas, melodía,
para tender los mantos de mis besos
y así en tu piel se escriba sinfonía.
Declaro que mis labios quedan presos
cual preso que no cesa en la porfía
del sinsabor al verse estos confesos.
BIENVENIDOS SEAN LOS COMENTARIOS, CONTRAPUNTOS Y SUGERENCIAS. POR TU ATENCIÓN, GRACIAS
Magnífico caballero.
ResponderEliminarLe agradezco, caballero. Saludos
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